26. ¿Y después de terminar tu tesis, qué sigue?

🔸 Introducción

Terminaste tu tesis, tesina o proyecto final. ¡Felicidades! Has logrado algo que no todos consiguen: completar un proceso académico complejo, lleno de decisiones, aprendizajes y desafíos. Pero una vez que cierras el documento, no siempre llega la calma inmediata. En muchos casos, aparece una nueva serie de preguntas:

“¿Debería publicarla?”
“¿Sirve para algo más o fue solo un requisito?”
“¿Esto ya se acabó del todo?”

Cerrar una tesis no es simplemente entregar un archivo. También implica cerrar una etapa personal y académica, y decidir qué vas a hacer con todo lo que construiste. En este artículo vamos a explorar qué caminos puedes tomar después de entregar tu proyecto, cómo darle valor a tu trabajo más allá de la evaluación, y cómo usar esta experiencia como trampolín para tu siguiente paso. Porque sí, hay vida (y oportunidades) después de la tesis.

🔹 1. Publicar o compartir tu trabajo: ¿vale la pena?

La respuesta corta es: sí, vale la pena. Y mucho más de lo que imaginas.

Tu tesis no tiene por qué quedarse guardada en un cajón digital o, peor aún, ser olvidada tras recibir la nota. Has invertido tiempo, esfuerzo, lectura, reflexión y redacción. Todo ese proceso merece tener un eco más allá del trámite académico.

Estudiante sonriente sostiene una tesis y un megáfono, rodeada de íconos que representan publicación, edición y comunicación: carpeta digital, libro, artículo, blanco con flechas, tijeras y bombilla.
Tu tesis no tiene por qué terminar en un cajón. ¡Compártela, transfórmala y haz que circule!

Hay múltiples opciones para darle nueva vida y visibilidad a tu trabajo:

  • 📚 Revistas estudiantiles o académicas: Muchas universidades tienen publicaciones propias que aceptan trabajos de tesis adaptados como artículos. También existen revistas especializadas en tesis o investigaciones de estudiantes.
  • 🗂️ Repositorios institucionales: Plataformas como Teseo (España), DIALNET, REDIB o los propios repositorios universitarios permiten subir tu trabajo para que esté disponible de forma pública y gratuita.
  • 📰 Artículos de divulgación: Puedes transformar tu tesis en una publicación para un blog académico, una columna en un medio especializado, o incluso en hilos informativos para redes sociales. Esto te posiciona como alguien con conocimiento aplicado y te conecta con nuevas audiencias.

¿Cómo hacerlo? Aquí algunos consejos prácticos:

  • 🎯 Enfoca: Elige uno o dos aspectos clave de tu tesis (un hallazgo, una pregunta, una reflexión potente) y conviértelos en el núcleo del nuevo formato.
  • ✂️ Reduce: Un artículo académico suele tener entre 3,000 y 6,000 palabras, no 80 páginas. Elimina secciones menos relevantes para ese nuevo público.
  • 🧠 Reescribe: Cambia el tono. No es lo mismo escribir para evaluadores que para lectores generales o especializados. Sé claro, directo, sin sacrificar el rigor.

Compartir tu trabajo no solo es una forma de difundir conocimiento, también puede abrirte puertas: contactos académicos, invitaciones a colaborar, oportunidades de becas, o incluso propuestas laborales.
Así que no lo dudes: tu tesis puede tener segunda vida. Solo tienes que dársela.

🔹 2. Convertir tu tesis en una carta de presentación profesional

Tal vez pensabas que tu tesis solo servía para graduarte… pero puede ser una de tus mejores cartas de presentación si sabes cómo aprovecharla.

Joven sonriente sostiene su tesis con confianza, acompañada de íconos que representan estudiantes, trabajo y presentaciones profesionales.
Tu tesis puede ser más que un requisito: úsala como evidencia de lo que sabes hacer.

Tu proyecto final es prueba tangible de que sabes investigar, organizar información, escribir con claridad, cumplir objetivos y manejar tiempos. Todo eso es altamente valorado en posgrados, becas, trabajos técnicos o incluso en el sector privado.

¿Dónde y cómo puedes usarla?

  • 🎓 Solicitar becas de posgrado: Mencionar tu tesis en cartas de motivación demuestra que ya tienes experiencia en investigación y puedes comprometerte con un nuevo proceso formativo. Si tu proyecto se relaciona con el posgrado al que aplicas, destácalo con fuerza.
  • 💼 Postularte a empleos académicos, técnicos o de análisis: Si tu proyecto tuvo un enfoque aplicado (salud, educación, tecnología, ciencias sociales), puede servir como muestra concreta de tus habilidades analíticas, metodológicas y de redacción. Incluso sin experiencia laboral formal, tu tesis es evidencia de lo que sabes hacer.
  • 🗣️ En entrevistas o cartas de presentación: Aprende a hablar de tu tesis con seguridad. Responde preguntas como:
    • ¿Por qué elegiste ese tema?
    • ¿Qué aprendiste en el proceso?
    • ¿Qué resultados te parecieron más relevantes?
    • ¿Qué harías distinto si lo volvieras a hacer?

Extra tip: Crea un resumen ejecutivo de 1 página o una infografía sencilla con Canva o PowerPoint. Incluye: título, objetivo, metodología, principales hallazgos y conclusiones. Puedes adjuntarlo a tu CV o portafolio.

Tu tesis no es solo un requisito: es una muestra valiosa de tus capacidades reales. Saber presentarla bien puede abrirte más puertas de las que imaginas.

🔹 3. ¿Y si quieres seguir investigando ese tema?

Puede que al terminar tu tesis no sientas un cierre definitivo, sino una curiosidad más aguda, nuevas preguntas… o simplemente el deseo de seguir. Y eso no solo es válido, sino valioso: una tesis puede ser el inicio de una verdadera línea de investigación personal.

Estudiante pensativa sostiene su tesis, rodeada de íconos que representan posgrados, colaboración académica y oportunidades de difusión.
Una tesis puede ser el inicio de una línea de investigación personal. Si tienes preguntas… sigue explorando.

Si sentiste una conexión genuina con tu tema, considera estas opciones:

  • 🎓 Continuar en un posgrado (maestría o doctorado) sobre una variante del tema que trabajaste. Muchos estudiantes desarrollan su tesis de licenciatura como base conceptual o empírica para proyectos más complejos en posgrados. Tener ya una experiencia previa te da ventaja para formular propuestas más sólidas.
  • 👥 Unirte a grupos de investigación, semilleros o colectivos académicos. Casi todas las universidades tienen espacios formales o informales donde estudiantes, egresados y docentes colaboran en proyectos activos. Puedes:
    • Ofrecer tu colaboración en áreas afines a tu tesis.
    • Buscar si tu asesor/a participa en algún grupo consolidado.
    • Consultar con la coordinación académica sobre grupos o convocatorias abiertas.
  • 📢 Buscar oportunidades de seguimiento o vinculación:
    • Convocatorias de jóvenes investigadores (por ejemplo, en CONACYT, COLCIENCIAS, FONDECYT, etc.).
    • Ferias de ciencia, encuentros estudiantiles, congresos locales o regionales.
    • Apoyos institucionales para publicar, continuar o aplicar tu proyecto.

¿Y si no hay nada abierto ahora? Puedes mantenerte activo:

  • Crear un blog o boletín donde compartas avances, ideas o nuevas lecturas sobre tu tema.
  • Contactar a investigadores/as que trabajan líneas similares.
  • Participar en redes académicas en línea (ResearchGate, Academia.edu, etc.).

Seguir investigando no siempre requiere estar en un laboratorio o tener una beca. A veces, todo comienza con una buena pregunta… y el deseo de seguir buscándola.

🔹 4. ¿Y si no quieres saber nada más del tema? (también es válido)

Terminar una tesis no siempre deja ganas de seguir investigando. De hecho, es perfectamente normal sentir que ya fue suficiente, que el tema te agotó, te confrontó o simplemente ya no te interesa más. Y eso no le quita ningún valor a tu trabajo.

Estudiante sonriente y relajada sostiene su tesis con los ojos cerrados, acompañada de cuatro íconos de check verdes a su lado.
Cerrar tu tesis también es cerrar un ciclo. Y eso, por sí solo, ya es un logro.

Cerrar una tesis también es cerrar un ciclo mental y emocional. A veces implica soltar ideas que cargaste por meses (o años), dejar de soñar con el documento y permitirte respirar sin sentirte en deuda con él. No hace falta que sigas “sacándole provecho” si no lo deseas. Haberlo terminado ya es un logro inmenso.

Pero incluso si no quieres volver al tema, la experiencia dejó habilidades que se quedan contigo:

  • Organización: aprendiste a planear un proyecto a largo plazo, a dividir tareas, a priorizar.
  • Autonomía: supiste avanzar aunque nadie te persiguiera, aunque fuera difícil o incierto.
  • Redacción profesional: puliste tu forma de escribir, de argumentar, de presentar ideas complejas con claridad.
  • Manejo de presión: atravesaste bloqueos, frustraciones, entregas límite, dudas… y aun así, lo lograste.

Estas competencias son altamente valoradas en cualquier ámbito profesional, incluso si no tienen nada que ver con investigación. Puedes hablar de tu tesis no solo como un producto, sino como un entrenamiento real en resolución de problemas complejos, algo que muy pocas actividades académicas ofrecen.

Así que sí: puedes cerrar el documento, archivar el archivo, guardar el ejemplar… y seguir adelante con libertad. Porque aunque no quieras saber nada más del tema, lo que aprendiste de ti mismo/a sí te seguirá acompañando.

🔹 5. Emprender, enseñar, aplicar lo aprendido

Estudiante sonriente sostiene una libreta y un lápiz, rodeada de íconos que representan creación de contenido, enseñanza, colaboración y aplicación de conocimiento.
Tu tesis no termina en el aula. Puede convertirse en herramienta, propuesta o inspiración para otros.

Tu tesis no solo fue un ejercicio académico: fue también una experiencia de aprendizaje profundo, un proceso que te dejó herramientas valiosas. ¿Y si ese conocimiento que construiste pudiera alimentar otros proyectos? ¿Y si, más allá del aula, pudiera convertirse en una forma de compartir, crear, enseñar o emprender?

Muchas personas que terminaron su trabajo final han dado un paso más allá. ¿Cómo? Aquí algunas ideas:

  • 🎙️ Crear contenido: abrir un blog, canal de YouTube, newsletter o cuenta en redes donde expliques (de forma accesible) lo que investigaste o cómo lo hiciste. Lo que tú aprendiste, otros aún lo necesitan.
  • 👩‍🏫 Enseñar: dar talleres, mentorías, charlas o clases sobre metodología, temas relacionados, redacción académica o herramientas digitales. Convertirte en apoyo para quienes están donde tú estuviste.
  • 🛠️ Aplicar el conocimiento en tu contexto laboral: transformar tu tesis en propuestas prácticas, materiales de intervención, protocolos de atención, diseño de estrategias… No todo conocimiento tiene que quedarse en papel.
  • 📚 Desarrollar recursos: plantillas, guías, checklists, infografías, herramientas útiles basadas en tu experiencia y adaptadas a otros estudiantes o profesionales.
  • 🤝 Colaborar: unirte a proyectos comunitarios, colectivos, asociaciones o startups donde tu conocimiento aporte perspectiva y método.

Tu proyecto no tiene por qué terminar cuando lo entregas. Puedes hacerlo circular, resignificarlo y ponerlo al servicio de otros, ya sea en contextos académicos, profesionales o personales. La tesis puede ser el final de un ciclo… o el inicio de otro más libre, creativo y con impacto.

🔸 Cierre / reflexión final

Terminar tu tesis no es solo cerrar un archivo o entregar un documento. Es cerrar un ciclo de esfuerzo, aprendizajes, dudas y logros. Pero no es el fin de tu camino académico, profesional ni personal. Es el comienzo de una nueva etapa… una en la que tú puedes decidir qué hacer con todo lo que construiste.

Tal vez quieras publicarla, compartirla, aplicarla en tu trabajo o en tu comunidad. Tal vez la quieras dejar atrás y simplemente agradecer lo que te dejó. Ambas opciones son válidas si tienen sentido para ti.

Lo importante es que ahora cuentas con herramientas, claridad y una experiencia que nadie te puede quitar.

Gracias por llegar hasta el final de esta serie. Fue hecha para acompañarte, no para evaluarte. Y ahora, con tu proyecto terminado, empieza lo que sigue. ¡Y estamos aquí para seguir caminando contigo!

🔗 ¿Estás siguiendo la serie paso a paso?

⬅️ Tema anterior: 25. Autoevaluación final: revisa tu proyecto con mirada crítica

Dr. Alfonso Carreón-Rodríguez

Médico Cirujano por la Facultad de Medicina de la UNAM, maestro y doctor en ciencias bioquímicas por el Instituto de Biotecnología de la UNAM. Realizó estancias de investigación predoctoral en el Weizmann Institute of Science Rehovot, Israel y posdoctoral en el Massachussetts General Hospital / Harvard Medical School, Boston, MA, USA. Actualmente es Investigador del Laboratorio de Genética y Biomarcadores del Centro de Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública y Profesor de las Unidades Didácticas "Bases Bioquímicas y Fisiológicas de la Nutrición en Salud Pública" y "Metodología de la Investigación" de la Maestría en Ciencias en Nutrición Poblacional de la Escuela de Salud Pública de México y de las Unidades Didácticas "Lectura y Redacción Científicas" y "Metodología de Investigación en Salud" de la Escuela Internacional de Medicina, Universidad Anáhuac Cancún, México.

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