18. Resultados esperados y limitaciones
🔸 Introducción
Llegaste a una etapa clave: ya delimitaste tu tema, tus objetivos, tu metodología, población e instrumentos. Ahora toca responder dos preguntas que, aunque parezcan simples, definen la coherencia y madurez de tu proyecto:
1️⃣ ¿Qué esperas encontrar con tu investigación?
2️⃣ ¿Qué factores podrían limitar tus resultados?
Muchos estudiantes omiten o rellenan estas secciones con frases genéricas, sin darse cuenta de que son parte fundamental del diseño: anticipar los resultados esperados no es adivinar el futuro, sino mostrar que sabes hacia dónde vas. Y reconocer las limitaciones no debilita tu trabajo, al contrario: lo fortalece al demostrar pensamiento crítico y realismo.
En este artículo aprenderás cómo redactar estas secciones con claridad, honestidad y estrategia… sin sonar inseguro/a, ni hacer promesas imposibles.
🔹 1. ¿Qué son los resultados esperados? (Y qué no son)
Cuando llegas a esta parte del proyecto, es común preguntarse: “¿Y si todavía no tengo resultados, cómo los voy a escribir?”. La clave está en entender que los resultados esperados no son predicciones exactas ni conclusiones definitivas, sino escenarios lógicos y razonables que se desprenden de tus objetivos, enfoque metodológico y población de estudio.
Un error frecuente es escribir esta sección como si ya hubieras hecho el estudio. Frases como “se concluye que…” o “los datos mostraron que…” son incorrectas, porque adelantan lo que aún no sabes. En cambio, lo correcto es redactar en términos como: “Se espera encontrar que…” o “Es probable que…”. Este matiz es fundamental porque muestra que comprendes el propósito de investigar, no el de adivinar.

Los resultados esperados sirven también para acotar expectativas: ayudan al lector (y a ti) a entender qué tipo de respuestas esperas obtener y cómo esas respuestas te acercan al objetivo general del proyecto. Son especialmente útiles para estructurar tu análisis posterior y para prever qué tipo de gráficas, citas o interpretaciones vas a necesitar.
Ejemplo de formulación errónea:
🚫 “Los estudiantes tienen un alto nivel de ansiedad.”
Ejemplo de formulación adecuada:
✅ “Se espera encontrar un nivel elevado de ansiedad en estudiantes durante el periodo de exámenes, especialmente en los primeros años académicos.”
En resumen, los resultados esperados son proyecciones informadas, no certezas absolutas. Si están bien escritos, demuestran que sabes leer tu propio diseño metodológico y anticipar lo que es razonable esperar con base en él.
🔹 2. Cómo redactarlos de forma realista y académica
Redactar los resultados esperados no es un ejercicio de adivinación, sino de coherencia lógica con los objetivos que tú mismo planteaste. Por eso, el primer paso para escribirlos bien es volver a tus objetivos específicos y preguntarte: ¿Qué información necesitaría obtener para saber si estoy cumpliendo con este objetivo?

Una buena redacción parte de verbos como:
- se espera encontrar…
- se pretende identificar…
- podría observarse…
- es probable reconocer…
- se busca describir…
- se intentará establecer…
Estos verbos permiten expresar anticipaciones razonables sin caer en afirmaciones absolutas o cerradas. Recuerda que tu proyecto está en proceso, y hablar con certezas puede restarle credibilidad.
Evita frases como:
🚫 “La intervención es efectiva y mejora los resultados.”
✅ “Se espera que la intervención tenga un efecto positivo en los resultados académicos, especialmente en…”
Otro punto clave es abrirse a la posibilidad de hallazgos inesperados o incluso contradictorios. Mostrar esta apertura es una señal de madurez académica, porque en la investigación real no siempre se confirma lo que uno suponía. Puedes incluir formulaciones como:
“También es posible que los resultados no sigan el patrón esperado, lo cual permitiría explorar nuevas hipótesis…”
Además, usar un lenguaje académico implica evitar expresiones vagas o coloquiales. No digas:
🚫 “Seguro vamos a ver que la gente se siente mal con eso.”
✅ “Se espera identificar una percepción negativa significativa respecto a…”
En resumen, redactar resultados esperados implica pensar en escenarios posibles, plausibles y útiles, manteniendo siempre el tono objetivo y profesional que requiere un proyecto académico.
🔹 3. ¿Qué son las limitaciones y por qué incluirlas NO debilita tu trabajo?
Una de las ideas más equivocadas en la elaboración de tesis o proyectos académicos es pensar que reconocer limitaciones debilita tu trabajo. En realidad, sucede todo lo contrario: identificar y exponer con claridad las limitaciones de tu investigación demuestra honestidad intelectual, conciencia metodológica y madurez académica.
Las limitaciones son las condiciones o factores que pueden afectar:
- El alcance de tu estudio (qué tanto puedes abarcar),
- La interpretación de tus hallazgos (qué tanto se puede concluir),
- Y la generalización de los resultados (qué tan aplicables son a otros contextos).
Incluirlas no significa que tu trabajo esté mal hecho, sino que entiendes que toda investigación tiene bordes y fronteras que deben señalarse explícitamente. Ocultarlas o ignorarlas da una falsa sensación de perfección.
Entre las limitaciones más comunes se encuentran:
- Temporales: solo estudias un periodo concreto (ej. “durante el segundo semestre de 2024”).
- Geográficas: tu muestra está restringida a una zona o institución específica.
- Poblacionales: trabajas con un tipo de personas particular (por edad, profesión, condición, etc.), lo cual limita la extrapolación.
- Instrumentales: el instrumento usado tiene cierto margen de error o solo mide aspectos específicos.
- Éticas o logísticas: no se pudo acceder a ciertos datos por razones éticas, permisos, presupuesto o tiempo.
Puedes expresarlo así:
✅ “Esta investigación se limita a estudiantes de medicina de una sola universidad, por lo que los resultados no se generalizan a otras poblaciones.”
El objetivo no es excusarte, sino poner en contexto tus hallazgos. Un proyecto sin limitaciones no existe… pero uno que las reconoce, sí es creíble.
🔹 4. Cómo escribir una buena sección de limitaciones
Incluir limitaciones no significa admitir fracaso, sino mostrar conciencia sobre el alcance real de tu investigación. Pero no basta con enunciarlas: es importante saber cómo redactarlas bien para que cumplan su función y refuercen tu trabajo.
📌 Evita el tono derrotista. No uses frases como “lamentablemente no se pudo…” o “esto afecta negativamente el estudio…”. No estás pidiendo disculpas: estás describiendo con objetividad las condiciones del proyecto.
📌 Sé específico/a. No generalices diciendo “hay algunas limitaciones”. Di claramente cuáles son, cómo se expresan y por qué existen. Ejemplo:
✅ “El estudio se limita a estudiantes de Enfermería de cuarto semestre en la Universidad X, por lo que no puede generalizarse a otros niveles o instituciones.”
📌 Enfócate en lo que sí puedes hacer. Muestra que, a pesar de las limitaciones, tu diseño sigue siendo válido:
✅ “Aunque no se incluyó una comparación entre grupos, los resultados permiten describir tendencias relevantes dentro de la muestra.”
📌 Relaciona las limitaciones con tus decisiones metodológicas. Explica que ciertos recortes fueron planeados y tienen sentido:
✅ “Se optó por un enfoque cualitativo debido a la naturaleza exploratoria del fenómeno, lo que implica profundidad pero no representatividad estadística.”
📌 Menciona posibilidades para investigaciones futuras. Una forma elegante de cerrar esta sección es mostrar apertura:
✅ “Futuros estudios podrían ampliar la muestra o incluir otras variables sociodemográficas para comparar resultados.”
Redactar esta sección con claridad, sin esconder ni exagerar, le da a tu proyecto una base más sólida. Demuestras control sobre lo que hiciste y por qué, lo que fortalece tu credibilidad como investigador/a en formación.
🔹 5. Herramientas que te pueden ayudar a redactar esta sección
No necesitas enfrentarte solo/a a la tarea de redactar tus resultados esperados y limitaciones. Hoy existen herramientas digitales e inteligentes que pueden ayudarte a estructurar estas secciones con claridad, realismo y precisión, siempre y cuando las uses como apoyo, no como sustituto.
🧠 IA para redactar escenarios esperados
Puedes utilizar herramientas como ChatGPT o Perplexity para obtener formulaciones tentativas basadas en tus objetivos. Un buen prompt sería:
→ “Sugiere tres posibles resultados esperados para un estudio que busca analizar el nivel de estrés académico en estudiantes de Medicina de primer año.”
Eso te dará ideas que puedes adaptar, siempre filtrando con tu criterio y revisando que tengan coherencia con tu enfoque.
📋 Checklists para identificar posibles limitaciones
Muchas universidades o recursos metodológicos incluyen listas de verificación que te ayudan a reflexionar sobre posibles barreras. Algunos criterios clave:
- ¿Tienes acceso completo a la población que planteaste?
- ¿Tu instrumento ha sido validado previamente?
- ¿Tienes tiempo suficiente para aplicar tu metodología?
- ¿Podrías repetir el estudio en otro contexto?
🔍 Ejemplos de secciones bien redactadas
Analizar fragmentos de tesis reales (consultadas en repositorios como Redalyc, Scielo o repositorios institucionales) es otra forma de aprender. Busca específicamente cómo redactan los resultados esperados y las limitaciones. Ver cómo lo hacen otros te dará confianza y modelos adaptables.
💡 Consejo final: Crea un documento auxiliar con fragmentos, frases modelo y prompts útiles que puedas reutilizar durante tu redacción. Tener este “kit de herramientas” a la mano te ahorrará tiempo y esfuerzo.
🔸 Cierre / reflexión final
Redactar los resultados esperados y las limitaciones de tu proyecto no es solo un requisito metodológico: es una forma de demostrar que entiendes tu investigación como un proceso real, con posibilidades y con límites. Es el paso que te prepara para hablar de tu proyecto con seguridad, sin pretender que tienes todas las respuestas, pero con la claridad suficiente para explicar por qué haces lo que haces.
Recuerda: no necesitas adivinar el futuro, pero sí mostrar que tienes una ruta lógica y bien pensada. Y reconocer las limitaciones no debilita tu trabajo… lo fortalece, porque demuestra madurez, realismo y honestidad intelectual.
En el siguiente artículo aprenderás cómo convertir todo esto en un cronograma y plan de trabajo realista, flexible y funcional, que te ayude a avanzar paso a paso hacia tu meta sin sentirte abrumado/a.
Comentarios recientes