19. Aspectos éticos: consentimiento informado y más

🔸 Introducción

Cuando se habla de ética en la investigación, muchos piensan solo en el consentimiento informado o en llenar un formulario. Pero la ética va mucho más allá del papeleo: es la base para construir una investigación responsable, respetuosa y confiable. No importa si tu estudio es con personas, documentos o datos en línea: siempre hay decisiones que implican responsabilidad ética.

Desde la forma en que contactas a tus participantes, hasta cómo manejas su información, la ética te acompaña en cada etapa. Este artículo te ayudará a entender qué significa hacer un proyecto académico con integridad, qué principios básicos debes aplicar, y cómo cumplir con los requerimientos éticos sin convertirlos en un trámite vacío. Porque una tesis bien hecha no solo se mide por sus resultados, sino por el modo en que se construyó.

🔹 1. ¿Por qué son importantes los aspectos éticos en una tesis o proyecto académico?

Dos personas en una mesa (una estudiante con birrete y una asesora), con una ilustración al fondo que muestra iconos de “respeto”, “confidencialidad”, “consentimiento” y “dignidad”, con colores cálidos y estilo plano, representando la asesoría en integridad académica.
Estudiante recibiendo orientación sobre respeto, confidencialidad, consentimiento y dignidad durante la elaboración de su tesis.

Cuando haces una tesis o cualquier trabajo de investigación, no solo estás produciendo conocimiento: también estás tomando decisiones que afectan directa o indirectamente a personas, instituciones y comunidades. Por eso, los aspectos éticos no son un añadido opcional, sino una parte esencial del proceso.

Si tu proyecto involucra entrevistas, encuestas, observación de comportamientos, uso de expedientes clínicos, análisis de redes sociales, o simplemente cualquier tipo de información que no es pública, estás trabajando con lo que se considera información sensible o personal. Y en ese momento, tu trabajo deja de ser solo académico y se convierte en una práctica que debe garantizar el respeto, la dignidad y los derechos de los participantes.

Además, la ética no solo protege a quienes participan en tu estudio. También te protege a ti como investigador/a. Te da un marco claro para actuar, te respalda en decisiones complejas, y te ayuda a evitar errores que podrían generar consecuencias académicas —como la invalidación del trabajo— o incluso legales, si se vulneran normas de confidencialidad, consentimiento o protección de datos.

Por otro lado, las instituciones también tienen una responsabilidad ética. Universidades, comités de ética y programas académicos exigen que los proyectos cumplan ciertos lineamientos precisamente porque reconocen que un trabajo riguroso no se mide solo por su metodología o sus resultados, sino también por su integridad ética.

En resumen, cumplir con los aspectos éticos no es solo un requisito administrativo. Es una muestra de madurez académica, de respeto hacia las personas y de compromiso con el valor del conocimiento. Una tesis ética es una tesis sólida, legítima y humana.

🔹 2. ¿Qué es el consentimiento informado y qué debe incluir?

El consentimiento informado es uno de los pilares fundamentales de una investigación ética. Se trata de un documento mediante el cual una persona acepta participar en tu estudio de forma voluntaria, sabiendo exactamente en qué consiste, cuáles son sus derechos y qué puede esperar del proceso.

No basta con que alguien diga “sí”: debe hacerlo con conocimiento de causa. Eso significa que el consentimiento debe ser previo, libre, informado y por escrito, salvo excepciones muy justificadas.

Un buen consentimiento informado debe incluir, como mínimo:

  • Propósito del estudio: ¿para qué se hace esta investigación?
  • Procedimientos: ¿qué se le va a pedir al participante? ¿cuánto durará?
  • Riesgos y beneficios: ¿hay algún malestar físico, emocional, o implicaciones? ¿obtendrá algo a cambio?
  • Confidencialidad: ¿cómo se protegerá su identidad o la información que brinde?
  • Derecho a retirarse: la participación es voluntaria y puede interrumpirse en cualquier momento, sin penalizaciones.
  • Datos de contacto: quién realiza el estudio y cómo puede el participante comunicarse para aclarar dudas.

Además, este documento debe estar escrito en un lenguaje claro, sin tecnicismos ni ambigüedades, y adaptado al contexto del participante.

Cuando se trata de menores de edad, personas con discapacidad cognitiva o comunidades vulnerables, el consentimiento debe complementarse con un asentimiento (acuerdo verbal o escrito del participante) y una autorización legal de padres, tutores o representantes. También se recomienda adaptar el formato según la lengua o nivel educativo del grupo participante.

En resumen, el consentimiento informado no es un simple formato que se firma, sino un proceso de diálogo y respeto. Es tu compromiso con la transparencia y la dignidad de quienes confían en ti como investigador/a.

Investigadora sonriente revisando y firmando un formulario de “Consentimiento Informado” frente a su laptop, con iconos educativos sobre propósito, duración, riesgos/beneficios, confidencialidad, derecho a retirarse y datos de contacto.
Figura tesista analizando un formulario de consentimiento informado, acompañado de íconos que representan los elementos esenciales: propósito, duración, riesgos/beneficios, confidencialidad, derecho a retirarse y datos de contacto.

🔹 3. Otros aspectos éticos clave (además del consentimiento)

Aunque el consentimiento informado es el aspecto más conocido, la ética en investigación no se reduce a un solo documento. Existen otros compromisos fundamentales que debes asumir como investigador o investigadora responsable:

Estudiante universitaria revisando una lista de principios éticos frente a su computadora, con íconos de candado para confidencialidad, triángulo de advertencia, gráfica, comillas y balanza representando distintos compromisos éticos.
La imagen muestra a una tesista comprometida con la confidencialidad, evitar daños, transparencia metodológica, autenticidad y gestión de conflictos de interés.
  • Confidencialidad y anonimato: Es tu deber proteger los datos personales que obtengas. Esto implica eliminar nombres, usar códigos en lugar de identificaciones directas, y no compartir información que pueda revelar la identidad de los participantes. La información debe guardarse de forma segura, y solo el equipo de investigación autorizado puede tener acceso.
  • Evitar daño: Toda investigación debe minimizar el riesgo de causar daño psicológico, físico o social a las personas participantes. Esto incluye evitar preguntas invasivas, juicios, manipulaciones o intervenciones que generen incomodidad sin justificación válida. Si identificas un riesgo, debe ser comunicado y justificado en tu protocolo.
  • Transparencia metodológica: Ser ético también significa no falsear ni manipular los datos. Inventar resultados, “ajustar” cifras para que se vean más interesantes o esconder errores es una falta grave. La investigación honesta acepta sus límites y presenta lo que encontró, no lo que esperaba encontrar.
  • Autenticidad del trabajo: El plagio no solo es un problema de estilo, es una falta ética. Siempre que uses ideas, textos o resultados de otras personas, cítalos correctamente, ya sea con estilo APA, Vancouver u otro. Usar herramientas como Turnitin o Grammarly puede ayudarte a prevenir errores involuntarios.
  • Conflictos de interés: Si hay alguna situación que pueda afectar tu objetividad —como vínculos con empresas, instituciones, o temas personales sensibles—, debes declararlo en tu protocolo. Esto no te descalifica, pero sí muestra transparencia.

Respetar estos principios éticos no solo mejora tu trabajo: te convierte en una persona más confiable, profesional y comprometida con el conocimiento.

🔹 4. ¿Siempre necesito aprobar un comité de ética?

Esta es una de las preguntas más frecuentes —y con razón—: ¿necesito presentar mi proyecto ante un comité de ética? La respuesta depende del tipo de estudio que realices y de las políticas de tu institución.

En general, sí necesitas aprobación ética formal si tu investigación involucra personas de forma directa. Esto incluye:

  • Aplicar entrevistas o cuestionarios.
  • Observar comportamientos en contextos identificables.
  • Usar datos personales, clínicos o académicos que no sean públicos.
  • Investigar con poblaciones consideradas vulnerables (niños, personas con discapacidad, pacientes, comunidades indígenas, etc.).

En estos casos, el comité de ética revisa tu protocolo para asegurarse de que los derechos, la dignidad y la seguridad de los participantes estén protegidos. Puede solicitar ajustes antes de darte la autorización formal.

Importante: no puedes aplicar instrumentos ni recoger datos sin esa aprobación previa, si tu universidad o institución así lo requiere.

Por otro lado, no siempre es necesario pasar por un comité si tu estudio es documental o teórico, por ejemplo:

  • Análisis de tesis previas, artículos académicos o informes públicos.
  • Estudios bibliográficos sin contacto con participantes.
  • Revisión de información disponible abiertamente en internet o bases de datos.

Eso sí, incluso en estos casos debes mantener criterios éticos mínimos: respetar autoría, evitar manipulación de datos, y reconocer fuentes correctamente.

📌 Recomendación clave: consulta desde el inicio con tu asesor o asesora, y revisa la normativa de tu universidad, facultad o programa. Algunas instituciones tienen comités internos, otras exigen formatos específicos o te orientan en el proceso.

Mejor preguntar temprano que detener tu investigación después.

Investigadora presenta un expediente marcado como “Protocolo” frente a un comité de ética diverso, con íconos que representan entrevistas, datos clínicos, grupos vulnerables, libros y bases de datos; incluye sello de aprobación y advertencia de aprobación previa obligatoria.
La tesista entrega su protocolo al comité de ética para revisión y validación antes de iniciar la investigación.

🔹 5. Herramientas y recursos para redactar bien esta sección

Redactar la parte ética de tu proyecto no tiene por qué ser difícil ni ambigua si cuentas con las herramientas adecuadas. Existen recursos accesibles y confiables que te permiten construir una sección ética sólida, clara y adaptada a tu tipo de estudio.

📄 Plantillas de consentimiento informado:
Instituciones como el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y muchas universidades ofrecen formatos de consentimiento ya validados. Estos modelos incluyen secciones clave que puedes adaptar, asegurando que no omitas información crítica.

💡 Prompts con IA para generar borradores:
Si no sabes por dónde empezar, puedes usar herramientas como ChatGPT o Perplexity para generar una versión inicial del consentimiento informado. Por ejemplo:

“Redacta un consentimiento informado para un estudio cualitativo con adolescentes sobre hábitos alimenticios, incluyendo propósito, riesgos y derecho a retirarse.”

📋 Modelos de declaración de aspectos éticos:
Además del consentimiento, muchas universidades exigen una sección dentro del protocolo donde expliques cómo abordarás los aspectos éticos. Puedes encontrar ejemplos breves en repositorios académicos o pedirlos directamente en tu centro de investigación.

Checklists para revisar tu propuesta ética:
Algunas facultades o asociaciones científicas ofrecen listas de verificación (checklists) con preguntas como:

  • ¿Mi consentimiento es claro y comprensible?
  • ¿Cómo resguardo la confidencialidad?
  • ¿Qué haré si un participante quiere retirarse?
    Estas listas te ayudan a detectar vacíos y fortalecer tu propuesta antes de entregarla.

🌐 Consejo final: guarda estos recursos en tu Notion o carpeta de proyecto y consúltalos antes de escribir. La ética no es burocracia: es parte de tu compromiso como investigador o investigadora.

🔸 Cierre / reflexión final

Ser ético no es una formalidad, ni un documento más para cumplir con un requisito institucional. Es el corazón mismo de tu proyecto: aquello que garantiza que tu trabajo respeta la dignidad, la autonomía y la confianza de las personas con las que interactúas —incluso si solo estás trabajando con datos o documentos—.

Asumir los aspectos éticos desde el inicio te prepara no solo para defender tu tesis, sino para desarrollar una práctica académica y profesional basada en la integridad. No se trata de ser perfecto, sino de ser consciente, responsable y transparente en cada paso del camino.

Tu investigación importa. Y más aún si está guiada por valores humanos, claridad metodológica y respeto profundo por quienes participan directa o indirectamente en ella.

En el próximo artículo te enseñaré cómo transformar todo este trabajo conceptual y metodológico en un cronograma y plan de trabajo realista, organizado y sostenible. ¡Vamos paso a paso!

Dr. Alfonso Carreón-Rodríguez

Médico Cirujano por la Facultad de Medicina de la UNAM, maestro y doctor en ciencias bioquímicas por el Instituto de Biotecnología de la UNAM. Realizó estancias de investigación predoctoral en el Weizmann Institute of Science Rehovot, Israel y posdoctoral en el Massachussetts General Hospital / Harvard Medical School, Boston, MA, USA. Actualmente es Investigador del Laboratorio de Genética y Biomarcadores del Centro de Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública y Profesor de las Unidades Didácticas "Bases Bioquímicas y Fisiológicas de la Nutrición en Salud Pública" y "Metodología de la Investigación" de la Maestría en Ciencias en Nutrición Poblacional de la Escuela de Salud Pública de México y de las Unidades Didácticas "Lectura y Redacción Científicas" y "Metodología de Investigación en Salud" de la Escuela Internacional de Medicina, Universidad Anáhuac Cancún, México.

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