20. Cronograma y presupuesto con Canva o Trello
🔸 Introducción
Ya has avanzado mucho: definiste tu tema, formulaste objetivos, elegiste un enfoque metodológico, pensaste en tus instrumentos y consideraste los aspectos éticos. Pero hay una pregunta que ahora se vuelve urgente: ¿cómo vas a organizar todo eso en el tiempo… y con qué recursos?
Muchos proyectos de tesis o investigación no fracasan por falta de contenido, sino por falta de planificación. Sin un cronograma realista y un presupuesto básico, es fácil subestimar lo que implican ciertas tareas, saturarte o perder el rumbo a mitad del proceso.
En este artículo aprenderás a diseñar un plan claro, funcional y visual para tu proyecto final, sin complicarte con hojas de cálculo eternas. Te enseñaré cómo usar herramientas como Canva (para cronogramas visuales) y Trello (para gestión de tareas), y cómo plantear un presupuesto simple y justificable, aunque tu proyecto no requiera grandes recursos. ¡Vamos a hacerlo posible y organizadamente!
🔹 1. ¿Por qué necesitas un cronograma y presupuesto en tu proyecto?

Aunque muchas veces se piensa que un cronograma o presupuesto solo se necesita en proyectos grandes o financiados, lo cierto es que incluso una tesis individual requiere una planificación básica. Todo proyecto tiene una dimensión temporal (cuándo se hará cada cosa) y una dimensión logística (qué necesitas para hacerlo), y no incluirlas puede llevarte al caos, la procrastinación o el incumplimiento.
Un cronograma no es solo una tabla para “llenar”. Es una herramienta estratégica que te permite visualizar el proceso completo, dividir tareas grandes en pasos alcanzables y detectar cuellos de botella antes de que ocurran. Te ayuda a saber, por ejemplo, cuándo deberías estar terminando tu marco teórico, cuándo debes aplicar tus instrumentos o cuánto tiempo necesitas para el análisis de datos. Tenerlo claro desde el inicio no solo te facilita la vida, también te permite negociar tiempos con asesores y cumplir entregas.
Por otro lado, el presupuesto te obliga a pensar con realismo. No se trata necesariamente de pedir dinero, sino de demostrar que conoces lo que tu proyecto implica. ¿Vas a imprimir cuestionarios? ¿Necesitas transporte para hacer entrevistas? ¿Utilizarás software de análisis o almacenamiento en la nube? Poner eso por escrito ayuda a planear, a priorizar y, si fuera el caso, a justificar una solicitud de apoyo institucional o a evitar gastos imprevistos.
Ambos elementos —cronograma y presupuesto— son signos de madurez metodológica. Muestran que no solo tienes ideas, sino que sabes cómo llevarlas a cabo paso a paso y con los recursos disponibles.
🔹 2. Cómo hacer un cronograma funcional paso a paso
Un cronograma funcional no es una tabla decorativa: es una guía estratégica para que tu proyecto avance sin ahogos ni sorpresas. Para construirlo, lo primero es dividir tu trabajo en fases típicas, que aunque varían según el tipo de investigación, suelen incluir:
- Búsqueda bibliográfica
- Diseño metodológico
- Recolección de datos
- Análisis de datos
- Redacción
- Revisión final y entrega
Una vez identificadas estas fases, estima tiempos realistas. No subestimes cuánto te toma leer, escribir o corregir. Por ejemplo, la búsqueda bibliográfica puede tardar 3 semanas si lo haces bien; la recolección de datos no solo implica aplicar encuestas, sino también conseguir permisos, contactar personas, organizar horarios. Lo ideal es calcular por semanas si tu tesis dura un semestre, o por meses si tienes más tiempo.

Canva es una excelente opción para crear un cronograma visual: ofrece plantillas prediseñadas de líneas de tiempo y calendarios que puedes personalizar con colores, iconos y fechas específicas. Solo necesitas una cuenta gratuita, elegir una plantilla (por ejemplo, “timeline” o “project plan”), editar los bloques y exportar como imagen o PDF para incluirlo en tu protocolo.
Si prefieres una opción más dinámica y editable, Trello funciona como un tablero de trabajo donde puedes crear listas por fases (por ejemplo: “En curso”, “Pendiente”, “Completado”), añadir tarjetas con tareas específicas y moverlas conforme avanzas. Incluso puedes invitar a tu asesor o compañeros a revisar el avance en tiempo real.
Tanto Canva como Trello te permiten tener una visión clara, ordenada y flexible de tu trabajo. Y lo mejor: te ayudan a convertir tu proyecto de tesis en un plan ejecutable y sostenible.
🔹 3. Cómo hacer un presupuesto básico (aunque no pidas financiamiento)
Aunque no vayas a solicitar fondos a ninguna institución, incluir un presupuesto básico en tu proyecto muestra que sabes lo que necesitas y que tienes una visión realista de los recursos involucrados. Un error frecuente es asumir que “como no voy a gastar mucho, no hace falta presupuestar”. Pero incluso las investigaciones pequeñas requieren organización material y logística.
¿Qué deberías incluir? Todo lo que puedas necesitar durante el proceso, por pequeño que parezca:

- 📄 Impresiones o encuadernado
- 🎤 Grabadoras o apps de transcripción
- 🚌 Transporte para entrevistas o visitas de campo
- 📱 Conexión a internet o software específico
- ☕ Snacks o agradecimientos simbólicos para participantes
La clave está en el equilibrio: no hace falta que calcules cada clip o grapa, pero sí que tengas claridad de los elementos clave. Incluye el detalle suficiente como para justificar la lógica del gasto, sin exageraciones ni omisiones obvias. Por ejemplo, decir “transportes $2,000” sin explicar cuántos viajes, a dónde y por qué, debilita el presupuesto. En cambio, “4 visitas a centro X ($100 cada una) x 5 días = $2,000” da solidez.
¿Cómo organizarlo? Puedes agrupar por:
- Categorías: “Materiales”, “Movilidad”, “Tecnología”, “Otros”
- Fases: “Recolección”, “Análisis”, “Difusión”
- Unidades: “Por entrevista”, “Por semana”, “Por fase”
Herramientas visuales:
- En Canva, usa plantillas de tablas simples o infografías para hacerlo visual y entendible.
- En Trello, crea una lista con tarjetas por categoría de gasto.
- En Excel o Google Sheets, arma una tabla con columnas: ítem, descripción, unidad, cantidad, costo estimado.
Este presupuesto no solo te ayuda a planear, también transmite profesionalismo a tu lector, asesor o comité. Es una forma de decir: “sé lo que estoy haciendo y sé lo que necesito para lograrlo”.
🔹 4. IA y plantillas para ayudarte
Crear un cronograma o presupuesto desde cero puede parecer abrumador, pero no tienes que hacerlo solo/a ni reinventar la rueda. Hoy existen herramientas de inteligencia artificial y plantillas digitales que te permiten empezar con una base sólida, ahorrar tiempo y enfocarte en los detalles realmente importantes.
📌 Prompts útiles para IA (como ChatGPT, Gemini o Copilot):

- “Hazme un cronograma estimado para un estudio cualitativo de 3 meses con entrevistas a docentes universitarios.”
- “Sugiere una estructura de presupuesto básico para una tesis que incluye trabajo de campo.”
- “Propón tareas clave para un cronograma de tesis con enfoque documental.”
Puedes ajustar las respuestas que obtengas según tu contexto y transformarlas en tablas reales con ayuda de otras plataformas.
🛠️ Plataformas con plantillas útiles y gratuitas:
- Canva:
- Busca: “project timeline”, “academic calendar”, “gantt chart”.
- Puedes personalizar colores, fases y fechas.
- Ideal para presentar el cronograma en tu protocolo de forma visual y clara.
- Trello:
- Usa la plantilla “Tesis universitaria” o “Project Management”.
- Organiza tareas por fases (listas) y subtareas (tarjetas).
- Puedes añadir fechas, comentarios, checklist y colaboradores.
- Notion:
- Crea una base de datos editable tipo calendario + lista de tareas.
- Ideal para seguimiento personal y diario de actividades.
- Puedes combinarlo con IA dentro de la misma plataforma si usas la versión con inteligencia integrada.
🌟 Consejo final: no te limites a copiar la plantilla. Usa estas herramientas para reflexionar, adaptar y personalizar tu plan según tus necesidades reales. Lo importante no es la herramienta en sí, sino cómo te ayuda a tomar decisiones claras y avanzar con orden.
🔹 5. Errores frecuentes al hacer cronogramas o presupuestos
Tener un cronograma y un presupuesto bien hechos no solo da una buena impresión en tu protocolo: te ahorra dolores de cabeza durante todo el proyecto. Pero muchos estudiantes cometen errores que, aunque comunes, pueden costar tiempo, esfuerzo y hasta credibilidad. Aquí te los explico para que los evites desde el principio:

📅 1. Poner fechas demasiado ambiciosas (o demasiado vagas)
Es tentador pensar que terminarás la revisión de literatura “en una semana” o que redactarás todo “cuando tengas tiempo”. Pero eso rara vez se cumple. El error está en no tener en cuenta imprevistos, cansancio, entregas parciales o bloqueos. Lo contrario también es un problema: poner plazos tan vagos (“mes 1, mes 2”) que no orientan realmente tu trabajo.
✅ Solución: Estima tiempos basándote en tu rutina real y añade márgenes de ajuste.
🕳️ 2. No incluir fases clave como correcciones o pausas
Muchos cronogramas se ven bien… hasta que el estudiante se da cuenta de que no dejó espacio para corregir, descansar o integrar observaciones del tutor. No se trata de planear sin errores, sino de planear con margen para errores.
✅ Solución: Agrega al menos una semana entre cada fase para revisión, retroalimentación o ajustes.
💸 3. Subestimar costos logísticos
En los presupuestos, el clásico error es asumir que “no costará nada”, cuando incluso imprimir, transportarte o tener buen internet son gastos reales. Ignorar esto puede llevarte a quedarte corto en momentos críticos.
✅ Solución: Incluye todo lo necesario para que tu trabajo fluya con comodidad.
🚫 4. Incluir gastos que no se justificarán o se verán innecesarios
Algunos estudiantes exageran “para que parezca profesional”, incluyendo software costoso, viajes o recursos que no usarán. Esto resta seriedad al plan y puede generar objeciones innecesarias.
✅ Solución: Sé realista. Piensa en lo que realmente vas a necesitar y justifica cada gasto con una lógica clara.
🔸 Cierre / reflexión final
Hacer un cronograma y un presupuesto no es un simple requisito administrativo: es un acto de compromiso con tu proyecto. Es el momento en que dejas de verlo como una idea abstracta y comienzas a tratarlo como una tarea concreta, real y gestionable. Visualizar tus tiempos, tareas y recursos te ayuda no solo a organizarte mejor, sino a reducir la ansiedad que genera no saber por dónde empezar o cómo avanzar.
Un buen cronograma no te esclaviza: te libera. Porque sabes qué viene después, cuánto puedes tardar, qué necesitas y qué puedes postergar. Y un presupuesto básico —aunque no implique financiamiento— te da claridad sobre los apoyos logísticos que vas a requerir.
Este paso es clave para pasar del “quiero hacer la tesis” al “estoy haciendo mi tesis”.
Y eso, ya es un gran avance.
📌 En el próximo artículo vamos a reunir todo lo que has trabajado hasta ahora para convertirlo en la estructura final de tu protocolo académico. ¡Vamos por ello!
🔗 ¿Estás siguiendo la serie paso a paso?
Navega la serie en orden para aprovecharla mejor:
⬅️ Tema anterior: 19. Aspectos éticos: consentimiento informado y más
➡️ Tema siguiente: 21. Redactar cada sección de tu proyecto
📅 ¿Ya tienes tu cronograma y presupuesto organizados?
💬 Cuéntanos en los comentarios: ¿Has usado Canva o Trello para planificar tu tesis? ¿Qué te funcionó mejor? Comparte tus herramientas favoritas o dudas, y construyamos entre todos mejores estrategias de gestión.
📘 ¿Quieres una guía paso a paso con ejemplos, plantillas y recursos para planificar sin estrés?
Leer la reseña de la Guía Kindle
Comentarios recientes