24. 10 errores frecuentes (y cómo evitarlos) (parte 1)
🔸 Introducción
Has llegado casi al final del camino. Luego de recorrer juntos cada paso del proceso para construir tu proyecto académico —desde elegir tema, definir objetivos, diseñar metodología, hasta presentar tu trabajo— es momento de hablar de algo fundamental: los errores más comunes que cometen estudiantes al hacer una tesis, tesina o trabajo final.
Este artículo no busca asustarte, sino todo lo contrario: prevenirte, ayudarte a identificar señales de alerta a tiempo y darte herramientas prácticas para corregir el rumbo si es necesario. Porque la mayoría de los errores no ocurren por falta de inteligencia, sino por desinformación, presión o miedo.
Así que, antes de terminar esta serie, haz una pausa estratégica y revisa esta lista. Cada error tiene su antídoto, y conocerlos de antemano puede marcar la diferencia entre una experiencia caótica… y un proceso claro, humano y posible.
🔹 1. Elegir un tema sin interés personal ni relevancia académica
Uno de los errores más comunes (y más costosos) al comenzar un proyecto académico es elegir un tema solo “porque tocó”, “porque está de moda” o “porque el asesor lo sugirió”. El problema no es recibir orientación externa, sino aceptar un tema que no te interesa, no entiendes del todo, o no conecta con lo que te mueve.

Cuando el tema no tiene sentido para ti, es muy probable que:
- Te cueste avanzar porque no te emociona ni te intriga.
- Escribas con superficialidad, sin profundidad crítica ni entusiasmo.
- Abandones el proyecto a mitad del camino por falta de motivación.
Además, un tema poco relevante desde el punto de vista académico también puede complicar la búsqueda de fuentes o justificar el valor del trabajo frente a una comisión evaluadora.
✅ ¿Cómo evitar este error?
- Pregúntate: ¿Qué problema, pregunta o fenómeno me interesa realmente entender?
- Conecta el tema con alguna experiencia propia, materia favorita, inquietud profesional o causa personal.
- Utiliza la IA como aliada para generar variantes temáticas: puedes pedirle, por ejemplo, “Dame cinco formas de investigar el estrés laboral en recién graduados” o “Sugiere enfoques de tesis que conecten salud pública y redes sociales”.
- Valida que el tema también tenga relevancia en tu campo: busca si hay bibliografía, debates actuales, posibles aportes que podrías hacer.
Un buen tema es como una brújula: te orienta, te sostiene y te impulsa. No tiene que ser perfecto, pero sí tiene que importarte lo suficiente como para comprometerte con él.
🔹 2. No delimitar bien el tema (tema demasiado amplio o vago)
Una vez elegido un tema que te interesa, otro error frecuente es mantenerlo demasiado amplio o difuso, como si temieras cerrarte opciones. Frases como “quiero hablar sobre la educación en México” o “mi tesis es sobre el cambio climático” son señales de alarma: esos temas son demasiado grandes para abordarlos en un solo proyecto académico de grado o posgrado.

❌ ¿Qué pasa si no delimitas tu tema?
- No sabrás qué literatura buscar porque todo parece relacionado.
- Tus objetivos serán genéricos y poco medibles.
- No podrás redactar una buena pregunta de investigación.
- Te perderás en la escritura porque no tienes un enfoque claro.
✅ ¿Cómo evitar este error?
- Acota tu tema respondiendo preguntas clave:
- ¿Quién? (grupo específico: adolescentes, docentes, pacientes…)
- ¿Dónde? (ubicación o institución concreta)
- ¿Cuándo? (periodo o contexto temporal claro)
- ¿Con qué enfoque? (educativo, psicológico, social, epidemiológico, etc.)
- Ejemplo:
- Tema amplio: Violencia en redes sociales
- Tema delimitado: Percepciones de violencia digital entre adolescentes de secundaria en escuelas públicas de Ciudad de México, 2023.
- Usa herramientas como mapas conceptuales o prompts con IA para desglosar tu tema:
- “¿Cómo puedo acotar el tema de la migración para una tesis cualitativa en trabajo social?”
- “Dame tres versiones delimitadas del tema de ansiedad universitaria”.
- Revisa otros trabajos previos en tu facultad para ver cómo delimitaron temas similares.
Delimitar no es recortar, es focalizar tu energía. Solo cuando defines bien tu campo de trabajo puedes profundizar y generar verdadero conocimiento.
🔹 3. Formular objetivos genéricos o sin relación con el problema
Uno de los errores más perjudiciales en cualquier proyecto académico es redactar objetivos que suenan bien… pero no dicen nada. Frases como “conocer la importancia de…”, “abordar el impacto de…” o “ver si influye…” son comunes y, lamentablemente, vacías de precisión y dirección.
❌ ¿Qué ocurre si tus objetivos son vagos o no se conectan con tu problema?

- Tu metodología no tendrá un rumbo claro.
- No sabrás qué datos necesitas ni cómo analizarlos.
- Los resultados que obtengas parecerán desconectados.
- El lector (y tu asesor) no entenderá qué intentabas hacer desde el inicio.
✅ ¿Cómo evitarlo?
- Usa el enfoque SMART para cada objetivo:
- S: Específico
- M: Medible
- A: Alcanzable
- R: Relevante
- T: Temporal
- Ejemplo de transformación:
- ❌ Vago: “Analizar la importancia del estrés en estudiantes universitarios”
- ✅ SMART: “Describir los niveles de estrés percibido en estudiantes de Medicina de primer año de la Universidad X durante el segundo semestre de 2024”
- Verifica siempre la alineación:
- ¿Tu objetivo responde directamente a tu pregunta de investigación?
- ¿Tu marco teórico te da las herramientas para abordar ese objetivo?
- ¿Tu tipo de estudio y metodología permiten cumplirlo?
- Puedes usar IA como asistente para mejorar objetivos:
- Prompt: “Reescribe este objetivo para que sea más claro, específico y medible: ‘estudiar la violencia escolar’”
Formular objetivos sólidos no solo mejora tu proyecto, te ayuda a avanzar con seguridad y coherencia. Es tu hoja de ruta: si está clara, todo fluye mejor.
🔹 4. Hacer un marco teórico como lista de definiciones sin análisis
Uno de los errores más comunes —y más subestimados— es tratar el marco teórico como una especie de “glosario largo” lleno de definiciones copiadas y pegadas de libros, artículos o internet. Esta práctica no solo debilita el fundamento conceptual de tu proyecto, sino que muestra falta de comprensión y reflexión personal.

❌ ¿Qué problemas genera este enfoque?
- Tu proyecto parece más una tarea escolar que un trabajo académico real.
- El lector no puede entender desde qué enfoque estás abordando el tema.
- Pierdes la oportunidad de mostrar pensamiento crítico y dominio del campo.
- Tu marco se vuelve pesado, redundante y difícil de vincular con tus objetivos.
✅ ¿Cómo hacerlo mejor?
- Organiza por bloques temáticos, no por autores:
- Ejemplo: si tu tema es sobre ansiedad académica, divide por: concepto de ansiedad, factores asociados, impacto en estudiantes universitarios, estrategias de afrontamiento.
- Analiza y compara:
- No solo digas lo que dicen los autores; di por qué lo dicen, cómo se diferencian y cuál es tu postura o interpretación.
- Escribe con tus palabras:
- Toma notas, sintetiza ideas y luego redacta desde tu comprensión.
- Usa conectores como “según esta perspectiva”, “en contraste con lo anterior”, “esto se relaciona con…”.
- Haz esquemas o mapas conceptuales previos:
- Visualiza cómo se conectan las teorías y conceptos antes de escribir.
- La IA puede ayudarte a organizar, pero no debe redactar por ti:
- Prompt sugerido: “Organiza este conjunto de conceptos en bloques temáticos relacionados con el estrés académico”.
Un buen marco teórico no se mide por su extensión, sino por su capacidad de sostener tu problema y guiar tu análisis. Es tu brújula intelectual: úsala con intención.
🔹 5. Copiar y pegar sin parafrasear ni citar
Uno de los errores más graves —y, lamentablemente, frecuentes— es copiar y pegar contenido directamente de fuentes sin hacer una reformulación adecuada ni citar correctamente. A veces ocurre por prisa, a veces por inseguridad, y otras simplemente por desconocimiento de las reglas académicas. Pero el resultado es el mismo: plagio.
❌ ¿Qué puede pasar si haces esto?

- Tu trabajo puede ser rechazado o sancionado por la institución.
- Perderás credibilidad y confianza académica.
- Estás privándote de aprender a pensar con tus propias palabras.
- Aunque lo hayas hecho sin intención, sigue siendo una falta grave.
✅ ¿Cómo evitarlo (de verdad)?
- Lee, comprende y reescribe con tu voz:
- No se trata solo de “cambiar palabras”, sino de entender la idea y expresarla de forma original.
- Ejercicio útil: cierra el texto fuente, anota lo que recuerdas y luego redáctalo.
- Cita siempre:
- Aunque lo escribas con tus palabras, si es una idea de otro autor, merece ser citado.
- Usa el estilo solicitado por tu institución: APA, Vancouver, MLA, etc.
- Usa gestores de referencias como Zotero o Mendeley:
- Te ayudan a guardar fuentes, insertar citas y generar bibliografías correctamente.
- La IA puede ayudarte, pero con criterio:
- Puedes pedir a ChatGPT: “Ayúdame a parafrasear esta idea con claridad académica”, pero revisa cada sugerencia antes de usarla.
- No copies literalmente los textos generados por IA: no son tuyos, y pueden contener errores o ser detectados como plagio artificial.
Parafrasear no es una técnica menor: es una muestra de comprensión, ética y autoría. Aprender a hacerlo bien es una de las competencias más valiosas que te llevarás de este proceso.
Comentarios recientes