Indicaciones y contraindicaciones de los métodos de planificación familiar
Introducción
- Importancia de adaptar el método anticonceptivo a las condiciones clínicas, preferencias y características de cada persona.
- Papel de las guías clínicas (OMS, MEC de la CDC, Norma Oficial Mexicana NOM-005-SSA2-1993).
La elección del método anticonceptivo más adecuado no puede basarse únicamente en la eficacia general del método, sino que debe responder a una evaluación cuidadosa de las condiciones clínicas, preferencias personales y características específicas de cada persona. Factores como la edad, el historial médico, la presencia de comorbilidades, la paridad, la frecuencia de actividad sexual, los objetivos reproductivos y el estilo de vida influyen directamente en la seguridad, la tolerabilidad y la aceptación de un método. Por ello, el proceso de selección debe ser individualizado, informado y centrado en la persona.
En este contexto, el conocimiento de las indicaciones y contraindicaciones de cada método anticonceptivo es una competencia fundamental para el personal de salud. No se trata solo de evitar efectos adversos, sino de garantizar una atención ética, segura y basada en evidencia, que respete los derechos reproductivos y contribuya a la prevención de riesgos innecesarios.
Para orientar esta práctica clínica, existen guías internacionales y nacionales ampliamente reconocidas que ofrecen criterios de elegibilidad médica para el uso de anticonceptivos. Entre ellas destacan las Guías de Elegibilidad Médica para el Uso de Anticonceptivos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el documento de referencia de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de los Estados Unidos, conocido como US Medical Eligibility Criteria (US MEC), y la Norma Oficial Mexicana NOM-005-SSA2-1993, que regula la prestación de servicios de planificación familiar en México. Estas guías clasifican condiciones médicas y situaciones clínicas en categorías de uso seguro, precaución o contraindicación, facilitando decisiones clínicas responsables y basadas en riesgos-beneficios.
La adecuada aplicación de estas herramientas normativas, en combinación con una consejería respetuosa y centrada en la persona, permite brindar un servicio anticonceptivo de alta calidad, adaptado a las realidades diversas de la población usuaria.

Principios generales
- Evaluación individualizada: edad, paridad, enfermedades crónicas, estilo de vida, deseo de fertilidad futura.
- Contraindicaciones absolutas vs. relativas.
- Clasificación médica de elegibilidad (categorías 1 a 4).
La prescripción y recomendación de un método anticonceptivo debe basarse en una evaluación individualizada, que tome en cuenta múltiples dimensiones clínicas y personales. Entre los factores más relevantes se encuentran la edad de la persona, su historial reproductivo (como el número de embarazos previos o abortos), la presencia de enfermedades crónicas (como hipertensión, diabetes, lupus, epilepsia, trombofilias o migrañas con aura), su estilo de vida (por ejemplo, si fuma o está en situación de movilidad), y sus deseos en relación con la fertilidad futura. Esta evaluación permite seleccionar un método que sea no solo eficaz, sino también seguro, aceptable y sostenible en el tiempo.
Un concepto clave en esta evaluación es la distinción entre contraindicaciones absolutas y relativas. Las contraindicaciones absolutas son condiciones en las que el uso de determinado método representa un riesgo grave para la salud y, por tanto, debe evitarse completamente (por ejemplo, uso de anticonceptivos combinados en mujeres con antecedente de tromboembolismo venoso activo). Las contraindicaciones relativas, en cambio, implican que el método puede usarse, pero con precaución y bajo supervisión médica, evaluando cuidadosamente la relación entre riesgos y beneficios (por ejemplo, uso de DIU en mujeres nulíparas o con ciertas alteraciones uterinas).
Para sistematizar este análisis, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolló la Clasificación Médica de Elegibilidad para el uso de anticonceptivos, adoptada también por otras agencias como los CDC. Esta clasificación divide las condiciones médicas en cuatro categorías:
- Categoría 1: No hay restricción para el uso del método.
- Categoría 2: Las ventajas del uso superan los riesgos teóricos o probados.
- Categoría 3: Los riesgos generalmente superan los beneficios; se debe valorar otra opción.
- Categoría 4: Riesgo inaceptable; el método está contraindicado.
Esta categorización permite tomar decisiones clínicas más objetivas, adaptadas a cada caso, y garantiza la seguridad de la persona usuaria al reducir la posibilidad de efectos adversos graves. Su aplicación práctica, combinada con la escucha activa, la participación del paciente en la elección y el respeto a sus derechos, constituye la base de una atención anticonceptiva ética, efectiva y centrada en la persona.

Métodos naturales
- ✅ Indicaciones:
- Mujeres con ciclos regulares y parejas motivadas.
- Preferencia por métodos no hormonales.
- ❌ Contraindicaciones:
- Ciclos irregulares, dificultades de adherencia, bajo acceso a educación sexual.
Los métodos naturales de planificación familiar, como el método del ritmo, el método del moco cervical (Billings), la temperatura basal y el método sintotérmico, se basan en la observación y registro de los signos biológicos del ciclo menstrual para identificar los días fértiles y evitar relaciones sexuales en ese periodo. Si bien presentan la ventaja de no requerir hormonas ni dispositivos médicos, su efectividad depende en gran medida de la disciplina, la constancia y el conocimiento del cuerpo.
Entre las indicaciones más claras para estos métodos se encuentran las mujeres con ciclos menstruales regulares, ya que la previsibilidad facilita la identificación del periodo fértil. Además, resultan adecuados para parejas altamente motivadas, comprometidas y con buena comunicación, ya que requieren cooperación activa para practicar la abstinencia periódica o el uso de métodos de respaldo durante los días fértiles. También son una opción válida para personas que prefieren evitar métodos hormonales o invasivos por razones médicas, personales, culturales o religiosas.
Sin embargo, existen contraindicaciones importantes que limitan su utilidad en ciertos contextos. No se recomiendan en mujeres con ciclos irregulares, ya que la variabilidad dificulta la predicción de la ovulación y aumenta el riesgo de falla. También están contraindicados en personas con dificultades para adherirse a rutinas de observación diaria o que atraviesan situaciones de inestabilidad emocional, laboral o familiar que dificultan el seguimiento riguroso del método. Asimismo, su eficacia disminuye considerablemente en entornos con bajo acceso a educación sexual científica o consejería especializada, ya que el desconocimiento o las creencias erróneas pueden generar errores en la interpretación de los signos fértiles.
Por todo ello, los métodos naturales requieren una cuidadosa selección de candidatas/os, así como una consejería detallada y continua que asegure el conocimiento técnico y la viabilidad práctica del método elegido.

Métodos de barrera
- ✅ Indicaciones:
- Prevención de ITS (preservativo).
- Métodos de respaldo o transitorios.
- ❌ Contraindicaciones:
- Alergia al látex o al espermicida.
- Incomodidad o dificultad en el uso correcto.
Los métodos de barrera constituyen una estrategia anticonceptiva de uso ampliamente difundido por su accesibilidad, bajo costo, reversibilidad inmediata y, en el caso de los preservativos, su doble función de prevención del embarazo y protección contra infecciones de transmisión sexual (ITS). Incluyen los preservativos masculinos y femeninos, el diafragma, el capuchón cervical y los espermicidas. Aunque su eficacia anticonceptiva puede ser inferior a otros métodos cuando se usan de forma inconsistente, su utilidad clínica y preventiva es incuestionable.
Entre las indicaciones principales, el uso del preservativo (masculino o femenino) está especialmente recomendado en personas con múltiples parejas sexuales, relaciones ocasionales o en quienes desean protegerse contra ITS, incluyendo VIH. También se indican como métodos de respaldo durante el inicio de otro método anticonceptivo (como en el primer mes de uso de anticonceptivos hormonales o después de colocar un DIU), así como en situaciones transitorias donde se desea evitar efectos hormonales o procedimientos invasivos. Asimismo, son una opción útil para adolescentes y jóvenes en etapa de inicio sexual, o como complemento en esquemas de anticoncepción combinada.
No obstante, existen contraindicaciones relativas a considerar. La más frecuente es la alergia al látex, que puede generar reacciones locales como irritación, enrojecimiento o prurito, tanto en quien lo usa como en su pareja. En estos casos, es necesario recurrir a preservativos fabricados con materiales alternativos como poliuretano o poliisopreno. También puede presentarse hipersensibilidad a algunos componentes químicos de los espermicidas, especialmente el nonoxinol-9, lo cual puede aumentar el riesgo de irritación y facilitar la transmisión de ITS si se usa de manera frecuente.
Otra limitante es la incomodidad o dificultad para el uso correcto y constante, lo que compromete su efectividad real. Esto puede deberse a falta de educación, tabúes culturales, rechazo por parte de alguna de las personas en la pareja o a la interrupción del acto sexual. En estos casos, es esencial brindar una consejería práctica que incluya demostración del uso correcto, desmitificación de creencias erróneas y estrategias para mejorar la aceptación del método.
En suma, los métodos de barrera son herramientas valiosas, particularmente en la prevención de ITS, pero su éxito depende en gran medida del conocimiento, la motivación y la constancia de las personas usuarias.

Métodos hormonales combinados
- ✅ Indicaciones:
- Mujeres jóvenes y sanas sin factores de riesgo cardiovascular.
- Regulación del ciclo menstrual, dismenorrea.
- ❌ Contraindicaciones:
- Tabaquismo + edad >35 años.
- Trombosis venosa previa, hipertensión no controlada, migraña con aura.
Los métodos hormonales combinados, que contienen estrógeno y progestina, incluyen las píldoras anticonceptivas orales combinadas, los parches dérmicos y los anillos vaginales. Su mecanismo principal es la inhibición de la ovulación, aunque también modifican el moco cervical y el endometrio para impedir la fecundación. Son métodos altamente eficaces cuando se usan correctamente, y además ofrecen beneficios adicionales relacionados con la salud ginecológica y el control del ciclo menstrual.
Entre sus indicaciones principales se encuentran las mujeres jóvenes, sanas y sin factores de riesgo cardiovascular, especialmente aquellas que desean un método eficaz, reversible y de uso autónomo. Además, son particularmente útiles en mujeres que presentan ciclos menstruales irregulares, dismenorrea intensa o síndrome premenstrual, ya que ayudan a regular el patrón hormonal y a reducir el dolor menstrual. También se utilizan como parte del tratamiento de patologías ginecológicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el acné o la endometriosis.
Sin embargo, estos métodos presentan contraindicaciones absolutas y relativas que deben evaluarse cuidadosamente antes de su prescripción. Una de las más importantes es el tabaquismo en mujeres mayores de 35 años, ya que la combinación de estrógenos y nicotina incrementa significativamente el riesgo de eventos tromboembólicos y cardiovasculares. También están contraindicados en mujeres con antecedentes de trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial no controlada o migrañas con aura, debido al riesgo aumentado de complicaciones vasculares graves.
Otras contraindicaciones incluyen enfermedades hepáticas activas, cáncer hormonodependiente y situaciones de inmovilización prolongada o posoperatorios recientes. En todos estos casos, el uso de anticonceptivos combinados debe evitarse y considerarse alternativas más seguras, como los métodos de progestina sola o los dispositivos intrauterinos.
La elección de un método hormonal combinado requiere una valoración clínica detallada y actualizada, con énfasis en la historia cardiovascular, neurológica y ginecológica, así como una consejería centrada en los riesgos, beneficios y opciones disponibles. Esta evaluación permite garantizar un uso seguro y personalizado, en sintonía con los principios de medicina basada en evidencia y derechos sexuales y reproductivos.

Progestina sola (inyectables, implantes, píldoras)
- ✅ Indicaciones:
- Lactancia.
- Contraindicación para estrógenos.
- ❌ Contraindicaciones:
- Enfermedad hepática activa, sangrado vaginal no diagnosticado.
Los métodos anticonceptivos basados únicamente en progestina incluyen diversas presentaciones como las píldoras de progestina sola (minipíldora), los anticonceptivos inyectables (mensuales o trimestrales) y los implantes subdérmicos. Su principal mecanismo de acción es el engrosamiento del moco cervical, que impide el paso de los espermatozoides, así como la inhibición de la ovulación en muchas usuarias. Estos métodos son altamente eficaces y representan una excelente alternativa para quienes no pueden utilizar estrógenos.
Entre sus indicaciones más relevantes se encuentra su uso en mujeres en periodo de lactancia, ya que no interfieren con la producción de leche materna, a diferencia de los anticonceptivos combinados. También están especialmente indicados en mujeres con contraindicación médica para el uso de estrógenos, como aquellas con antecedentes de trombosis venosa, migraña con aura, hipertensión mal controlada o mayores de 35 años que fuman. Además, pueden ser una opción adecuada para mujeres que prefieren métodos de acción prolongada, como los implantes, o que tienen dificultades para recordar la toma diaria de anticonceptivos orales.
No obstante, existen algunas contraindicaciones que deben ser consideradas. Los métodos de progestina sola no deben utilizarse en mujeres con enfermedad hepática activa, ya que el metabolismo de las hormonas puede estar alterado y aumentar el riesgo de hepatotoxicidad. También están contraindicados en casos de sangrado vaginal no diagnosticado, ya que este síntoma puede ser indicativo de patología ginecológica subyacente (como cáncer endometrial o de cérvix), que debe investigarse antes de iniciar cualquier tratamiento hormonal.
Adicionalmente, aunque no representan una contraindicación absoluta, algunas mujeres pueden experimentar efectos secundarios como cambios en el patrón de sangrado menstrual, con episodios de sangrados irregulares, escasos o incluso amenorrea, lo cual debe explicarse con anticipación durante la consejería para evitar ansiedad o abandono del método.
En resumen, los métodos de progestina sola son una opción anticonceptiva segura y efectiva para una amplia gama de mujeres, siempre que se realice una adecuada evaluación clínica y se garantice el seguimiento para identificar y manejar posibles efectos adversos.

DIU (cobre y hormonal)
- ✅ Indicaciones:
- Anticoncepción a largo plazo.
- Mujeres con contraindicaciones a hormonales (DIU de cobre).
- ❌ Contraindicaciones:
- Embarazo actual, infecciones pélvicas activas, malformaciones uterinas, cáncer cervical avanzado.
Los dispositivos intrauterinos (DIU) representan uno de los métodos anticonceptivos más eficaces y duraderos disponibles en la actualidad. Se dividen principalmente en dos tipos: el DIU de cobre, que no contiene hormonas, y el DIU hormonal, que libera progestina (levonorgestrel) de forma continua. Ambos actúan principalmente impidiendo la fecundación, ya sea a través de un efecto espermicida local (en el caso del DIU de cobre) o por engrosamiento del moco cervical y atrofia del endometrio (en el caso del DIU hormonal).
Las indicaciones más frecuentes incluyen mujeres que buscan anticoncepción a largo plazo (de 3 a 10 años según el tipo de DIU), especialmente aquellas que desean evitar la toma diaria o visitas médicas frecuentes. El DIU de cobre, al no contener hormonas, es ideal para mujeres que presentan contraindicaciones al uso de métodos hormonales, como antecedentes de trombosis venosa profunda, migraña con aura o ciertas patologías hepáticas. Por su parte, el DIU hormonal puede ser también una opción terapéutica en casos de sangrado menstrual abundante, endometriosis o adenomiosis, al reducir el volumen y la duración de la menstruación.
A pesar de su alta seguridad y efectividad, existen contraindicaciones absolutas que deben ser valoradas antes de su colocación. El método está contraindicado en caso de embarazo actual, ya que la inserción puede provocar aborto, infección o ruptura uterina. Asimismo, no debe colocarse en presencia de infecciones pélvicas activas (como enfermedad inflamatoria pélvica), ya que el riesgo de complicaciones ascendentes aumenta significativamente. También se considera contraindicado en mujeres con malformaciones uterinas importantes (como septos, sinequias o úteros en forma de T) que dificulten la colocación o aumenten el riesgo de expulsión o perforación. En casos de cáncer cervical avanzado o sin tratamiento, la inserción está desaconsejada por el riesgo de hemorragia, infección o diseminación tumoral.
Cabe destacar que muchas contraindicaciones históricas, como la nuliparidad o la edad adolescente, han sido reconsideradas a la luz de la evidencia actual, y ya no constituyen una barrera para su uso si se cuenta con seguimiento clínico adecuado y consentimiento informado.
En suma, el DIU es un método de alta eficacia, accesible y de larga duración, cuyo uso debe estar respaldado por una evaluación ginecológica completa, una inserción realizada por personal capacitado y un seguimiento periódico para asegurar su correcta ubicación y tolerancia.

Anticoncepción de emergencia
- ✅ Indicaciones:
- Relación sexual sin protección, fallo del método anticonceptivo.
- ❌ Contraindicaciones:
- Embarazo conocido (no dañino, pero no indicado).
La anticoncepción de emergencia (AE) es un recurso seguro y eficaz para prevenir embarazos no deseados tras una relación sexual sin protección o ante la falla del método anticonceptivo habitual, como la rotura del condón, el olvido de píldoras hormonales o la expulsión de un DIU. Existen diferentes opciones, entre ellas las píldoras de levonorgestrel, el acetato de ulipristal y la colocación de un DIU de cobre dentro de los cinco días posteriores a la relación sexual no protegida, siendo esta última la más eficaz.
Las indicaciones clínicas son claras: la AE está recomendada en toda situación en la que haya ocurrido una relación sexual con riesgo de embarazo sin método anticonceptivo, o cuando el método utilizado haya tenido un uso incorrecto o fallo documentado. También es útil en casos de violencia sexual o coacción donde no se utilizó protección, y en aquellas circunstancias en las que no se desea instaurar un método anticonceptivo regular de forma inmediata.
En cuanto a las contraindicaciones, es importante aclarar que la anticoncepción de emergencia no está indicada en casos de embarazo ya confirmado, ya que su objetivo es impedir la fecundación o la implantación, no interrumpir un embarazo en curso. Aunque no representa un riesgo para el embrión ni tiene efecto teratogénico demostrado, su uso en este contexto no tiene utilidad clínica. Por ello, si existe sospecha de embarazo por retraso menstrual prolongado o síntomas específicos, se debe realizar primero una prueba de embarazo antes de su administración.
La anticoncepción de emergencia no debe considerarse un método de uso frecuente, sino una estrategia puntual para situaciones excepcionales. Su inclusión en los servicios de salud reproductiva debe ir acompañada de consejería informada, orientación hacia métodos regulares más efectivos y acceso libre de barreras, especialmente para adolescentes y mujeres en contextos de vulnerabilidad.

Métodos definitivos
- ✅ Indicaciones:
- Decisión firme de no tener más hijos.
- Contraindicaciones médicas para otros métodos.
- ❌ Contraindicaciones:
- Duda, presión externa, falta de consejería.
Los métodos definitivos de anticoncepción —la salpingoclasia en mujeres y la vasectomía en hombres— son intervenciones quirúrgicas diseñadas para lograr la esterilización permanente, y se encuentran entre las opciones más eficaces dentro de la planificación familiar. Su uso debe estar respaldado por un proceso de decisión autónoma, consciente y bien informada, dado que se consideran procedimientos no reversibles en la práctica clínica, a pesar de que existen técnicas de recanalización con resultados variables.
Las indicaciones más claras para estos métodos se presentan en personas con una decisión firme y reflexionada de no tener más hijos, ya sea por razones personales, familiares, socioeconómicas o de salud. También pueden ser indicados en casos de contraindicaciones médicas para el uso de otros métodos anticonceptivos, como en mujeres con riesgo trombótico alto, enfermedades crónicas descompensadas o sensibilidad grave a hormonas. En estos casos, la esterilización puede representar la alternativa más segura a largo plazo, evitando la exposición continua a otros métodos con mayores riesgos potenciales.
En cuanto a las contraindicaciones, no existen barreras estrictamente médicas para su realización en personas candidatas, pero sí deben considerarse factores psicológicos, sociales y éticos que pueden comprometer el bienestar futuro. Está contraindicado realizar el procedimiento en personas que presenten dudas sobre su decisión, que estén bajo presión de terceros (pareja, familia o instituciones), o que no hayan recibido consejería adecuada sobre la naturaleza irreversible del método, sus implicaciones emocionales, y las alternativas disponibles. Asimismo, se debe tener especial precaución en mujeres jóvenes sin hijos o en parejas con conflictos de pareja no resueltos, ya que el arrepentimiento posterior puede ser más frecuente en estos grupos.
Una consejería ética, clara y empática es esencial antes de la esterilización, y debe incluir información sobre la técnica, sus efectos, el proceso de recuperación, y la posibilidad (aunque limitada) de recanalización. En todos los casos, debe garantizarse que la decisión sea libre, informada y plenamente consentida, como parte del respeto a los derechos sexuales y reproductivos.

Enfoque de consejería
- Respeto a la autonomía.
- Información científica basada en evidencia.
- Prevención de coerción o decisiones desinformadas.
La elección de un método anticonceptivo debe realizarse en el marco de una consejería profesional, ética y centrada en la persona, donde se promueva activamente el respeto a la autonomía reproductiva. Esto implica que la persona usuaria tenga el derecho y la capacidad de tomar decisiones libres, informadas y voluntarias sobre su salud sexual y reproductiva, sin presiones externas, juicios morales ni restricciones injustificadas. El personal de salud tiene la responsabilidad de crear un espacio de diálogo respetuoso, donde se escuche activamente a la persona, se comprendan sus necesidades y se acompañe su proceso de toma de decisiones.
Uno de los pilares fundamentales de esta consejería es el suministro de información científica, clara y basada en evidencia, adaptada al nivel de comprensión, contexto cultural y etapa de vida de cada persona. La información debe incluir los beneficios, mecanismos de acción, eficacia, posibles efectos secundarios, indicaciones y contraindicaciones de cada método, así como su disponibilidad y condiciones de uso. No se trata de imponer un método, sino de proporcionar herramientas objetivas que permitan elegir el más adecuado para cada situación.
Asimismo, la consejería debe servir como mecanismo de protección frente a la coerción o decisiones desinformadas. Esto cobra especial relevancia en grupos en situación de vulnerabilidad, como adolescentes, personas con discapacidad, mujeres indígenas, privadas de libertad o en situación de violencia de género. Evitar la presión institucional, familiar o de pareja, así como asegurar que se comprenda plenamente el carácter definitivo de ciertos métodos, forma parte de una práctica clínica responsable y respetuosa de los derechos humanos.
En síntesis, la consejería anticonceptiva no es un acto meramente informativo, sino un proceso de diálogo y acompañamiento que reconoce la diversidad de trayectorias reproductivas y contribuye a garantizar una atención digna, libre de violencias y centrada en la persona.

Conclusión
- Conocer indicaciones y contraindicaciones favorece una anticoncepción segura, ética y centrada en la persona.
- El profesional de salud debe evaluar riesgos y beneficios en cada caso para acompañar decisiones responsables.
El conocimiento claro y actualizado sobre las indicaciones y contraindicaciones de los métodos anticonceptivos es fundamental para garantizar una atención en salud reproductiva que sea segura, ética y verdaderamente centrada en la persona. Este conocimiento permite no solo proteger la salud física de quienes utilizan estos métodos, sino también promover decisiones informadas, libres de riesgos innecesarios y coherentes con los deseos y circunstancias individuales.
La evaluación cuidadosa de factores clínicos, personales y contextuales es indispensable para adecuar la elección del método a cada caso particular. Esta valoración debe contemplar aspectos como edad, comorbilidades, estilo de vida, historia reproductiva, así como creencias, expectativas y objetivos de vida. Lejos de aplicar criterios rígidos o esquemas universales, la práctica anticonceptiva exige flexibilidad, sensibilidad y conocimiento técnico por parte del equipo de salud. En este proceso, el rol del profesional de salud no se limita a ofrecer opciones o prescribir un método, sino que implica evaluar los riesgos y beneficios de manera individualizada, explicar con claridad las alternativas disponibles y acompañar decisiones reproductivas responsables y autónomas. Solo así se puede contribuir de manera efectiva al ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos, en un marco de equidad, respeto y calidad en la atención.


Comentarios recientes